El autoconsumo fotovoltaico es un excelente medio para que los hogares y las empresas españolas consigan reducir su factura eléctrica, pero es también una vía para que puedan contribuir, junto con el conjunto de la sociedad, a la consecución de los objetivos de sostenibilidad a los que nos hemos comprometido la práctica totalidad de los países, a través del Acuerdo de París, con la meta ineludible de frenar el cambio climático.
- El autoconsumo fotovoltaico reduce el consumo eléctrico de la red
En España, desde el año 2018, la potencia anual instalada de autoconsumo ha crecido a un ritmo medio superior al 90% cada año.
Este logro supone una disminución efectiva del consumo eléctrico y, por consiguiente, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que se emiten.
A este logro han contribuido durante el año 2022 el sector residencial, con el 39% del total de la potencia instalada, y el sector industrial, con el 61% restante.
- Generación eléctrica desde el autoconsumo
Las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo no solo han contribuido a reducir el consumo eléctrico de las empresas y viviendas que consumen la energía que generan en sus propias instalaciones, sino que también el de otros, ya que en ese 1,8% de la producción eléctrica de energías renovables se incluyen los excedentes que se producen en estas instalaciones y que se vierten en la red eléctrica, para que otros usuarios puedan beneficiarse de las mismas.
Lamentablemente no todos los excedentes se aprovechan y aún hay que avanzar para optimizar el uso de este recurso. En este sentido, el informe de la APPA, revela que, en total, durante 2022, de una capacidad de producción de 5.631 GWh, solo se aprovecharon 4.564 GWh, el 81% de la generación eléctrica. Dicho de otro modo, el 19% de la generación de autoconsumo nacional, 1.067 GWh, se está desperdiciando por la dificultad de su vertido a la red, fundamentalmente en el ámbito residencial.
- Ahorro para consumidores y empresas
Las instalaciones de autoconsumo fotovoltaicas permiten ahorrar una media de 338€ por kilovatio instalado en viviendas y 280€, en instalaciones industriales, de acuerdo con los cálculos realizados por la APPA en su informe, a partir del análisis de los precios y el aprovechamiento que se produjo en 2022.
Así, para una instalación tipo residencial de 4,6 kW, el ahorro anual al contar con autoconsumo en 2022 se eleva hasta 1.553 €, lo que supondría que una inversión media de en torno a 8000€ por la instalación, se podría amortizar en poco más de un lustro.
Por supuesto, como señalan en el mismo informe, “es importante recordar que este ahorro está calculado para el año con el precio de la electricidad más cara de nuestra historia y no es representativo del resto de la serie histórica”.