La última Directiva de Eficiencia Energética de la Unión Europea, publicada en el Diario Oficial de la UE el pasado 20 de septiembre, determina las nuevas medidas en materia de eficiencia energética que tendrán que cumplir las viviendas para obtener todos los certificados reglamentarios. El principal objetivo comunitario se centra en la reducción de emisiones de gases invernadero. De esta forma, en los próximos años, los hogares tendrán que eliminar la combustión de gas natural en sus calderas, si quieren acceder a los programas de ayudas para el ahorro energético.
Los países pertenecientes a la Unión Europea tendrán un plazo de dos años para poder adaptarse a esta nueva directiva. La intención es que en 2023 se alcance un ahorro del 11,7% de la energía final y primaria respecto a 2020.
La Directiva de Eficiencia Energética de la UE recoge que, con el objetivo de “garantizar una contribución estable y previsible al logro de los objetivos energéticos y climáticos de la Unión para 2023, los Estados miembros están obligados a alcanzar un objetivo de ahorro”. El propósito es un 0,8% de ahorro para el periodo 2021 a 2023. Para los próximos dos años, entre 2024 y 2026, un 1,3%; entre 2026 y 2028 un 1,5% y, por último, un 1,9% para el periodo comprendido entre 2028 y 2030.