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La vivienda del futuro tras la Covid-19

La vivienda del futuro tras la Covid-19

Si hace solo unos meses nos hubieran dicho que nuestras casas iban a convertirse en prácticamente nuestro único espacio vital, nadie lo hubiese creído.

 

 

Si hace solo unos meses nos hubieran dicho que nuestras casas iban a convertirse en prácticamente nuestro único espacio vital, nadie lo hubiese creído. Actividades tan variadas como trabajar, hacer la compra, practicar ejercicio o ver los últimos estrenos cinematográficos han tenido lugar entre las cuatro paredes que antes solo veíamos como sitio de recogida y descanso.

 

Sí, la Covid-19 no ha cambiado únicamente nuestros hábitos diarios, también la forma en la que vemos la casa en la que vivimos. Ahora buscamos habitaciones polivalentes, más iluminadas, ventiladas y con espacios exteriores que nos permitan respirar una bocanada de aire fresco siempre que lo necesitemos.

 

El concepto tradicional de vivienda, ese que hemos tenido en nuestra mente todos estos años, ha muerto. Ahora, quién más y quién menos, se plantea cómo adaptar su casa a las nuevas necesidades o directamente cambiar de residencia. Según el informe de Línea Directa ‘Generación Covid-19: Cómo han cambiado los hogares españoles durante la pandemia’, 1,3 millones de familias han cambiado de vivienda tras el confinamiento de marzo y abril para tener más espacio (27%), jardín o terraza (22%) o espacios verdes en sus proximidades (18%).

 

Mayor es el número de familias (3,9 millones) que han realizado reformas en su domicilio o que tienen previsto hacerlo próximamente. Éstas se centran, sobre todo, en reformar baño, cocina y habitaciones (59%), mejorar el aislamiento (25%), ampliar la terraza o el balcón (23%); y habilitar un espacio de trabajo (20%). Finalmente, el 17,3% de los ciudadanos ha hecho cambios en sus hogares -sin necesidad de obras- para adaptarlos a las nuevas necesidades creadas por el confinamiento: cambiar la distribución del mobiliario (65,1%) y comprar mesas para teletrabajar (31,4%) u otros muebles (26,5%).

 

Cómo debe ser la vivienda tras el Covid-19 

 

La conclusión es clara: la casa postcovid poco tiene que ver con la que teníamos en la cabeza hasta hace poco. Entonces, ¿cómo debe ser? De acuerdo con las necesidades que hemos detectado en los últimos meses, estos son los principales requisitos que debe reunir:

 

Más zonas exteriores y espacios verdes. Los compradores de vivienda valoran más que nunca la existencia de espacios exteriores en su casa (terrazas, balcones y jardines) y de zonas verdes en los alrededores para evadirse de las horas que pasan en casa, hacer deporte y poder disfrutar de áreas con menos riesgo de contagio. En esta línea, los inmuebles ubicados en espaciosas urbanizaciones con zonas comunes a las afueras ganan terreno a los situados en lugares más congestionados de las grandes ciudades.

 

Luz natural. Además de reducir el consumo de electricidad y calefacción, la luz natural proporciona mayor alegría a un hogar. Saca el máximo provecho de las zonas más iluminadas de la casa convirtiéndolas en las estancias de día: salón, oficina para teletrabajar, etc. Por otro lado, en los lugares faltos de iluminación natural instala los puntos de luz que sean necesarios. Asimismo, si estás pensando cambiar de vivienda presta especial interés a su orientación para aprovechar al máximo la luz del día.

 

Espacios polivalentes y ventilados. Las estancias de un solo uso son cosa del pasado. Ahora, el salón es también oficina, gimnasio, etc. Así, la vivienda del futuro debe contar con espacios polivalentes que, con una pequeña modificación o incluso con ninguna, permitan usos variados.

 

vivienda-del-futuro-tras-covid

 

Aprovecha elementos como paneles, tabiques móviles, puertas correderas o biombos para crear diferentes zonas en una misma instancia y para que varias personas puedan utilizarlas de forma simultánea (por ejemplo, tus hijos para estudiar y tú para trabajar). Utiliza otros elementos como muebles modulares, alfombras, lámparas, plantas, etc. para delimitar aún más esas áreas.

 

No te olvides tampoco de asegurar la correcta ventilación de toda la casa, la mejor arma junto con la limpieza para luchar contra el coronavirus. Realiza una ventilación cruzada entre las diferentes estancias de modo regular, pero sin abusar, ya que en el caso contrario harás un gasto energético innecesario. Asimismo, habilita un espacio para la desinfección en la entrada de tu domicilio: ahí podrás quitarte los zapatos e higienizarte antes de acceder al resto de la vivienda.

 

Materiales naturales y superficies más limpias. Los materiales y superficies de las viviendas también deberán adaptarse a la nueva realidad. Aunque aún no se ha demostrado su eficacia contra la Covid-19, los materiales antibacterianos cada vez estarán más presentes en los hogares.

 

No obstante, y como apunta en Idealista Adolfo Fernández Valdés, director del Centro de Investigaciones en Nanomateriales y Nanotecnología del CSIC, “para que un material tenga estas propiedades debe reducir los microorganismos al 99,99%. Solo a partir de esa capacidad, es cuando la colonia no va a poder regenerarse”.

 

Los materiales y superficies ‘más limpias’ también ganarán protagonismo en los próximos años. Por ejemplo, los tejidos perderán atractivo frente a otras materias más sencillas de limpiar como el cuero, la madera… Lo mismo con las superficies, que buscarán ser lo más higiénicas posible: pocos poros, continuas y evitando juntas y recodos donde puedan almacenarse suciedad y bacterias.

 

Casas más inteligentes. Finalmente, otra de las consecuencias de la pandemia sanitaria será la mayor automatización de los hogares gracias al incremento de la domótica. Elementos como videoporteros, grifos e interruptores automáticos, asistentes virtuales (Alexa, etc.) y termostatos inteligentes como Homix permitirán controlar de forma automatizada muchas funciones de la casa y sin necesidad de tener un contacto directo con otras personas.

 

La vivienda postcovid está en camino. El confinamiento domiciliario, tan duro en todos los sentidos, al menos ha tenido una consecuencia positiva: nos ha demostrado que la mayoría de nuestras casas no reúnen las condiciones necesarias para disfrutar de ellas como nos gustaría. Nos toca sumar fuerzas entre todos para hacer de nuestros hogares lugares limpios, seguros y confortables.