Se puede tener un jardín florido y hermoso sin necesidad de tener que gastar mucha agua para regar las plantas. Es más, nuestro jardín puede ser especialmente bonito con plantas de secano incluso si habitamos en zonas poco lluviosas. De hecho, hay plantas que están especialmente indicadas para este tipo de clima.
Cactus
Evidentemente, los cactus son la primera planta que se nos viene a la cabeza si hablamos de zonas en las que el agua no es abundante, como las de secano. Además, hay muchas variedades de cactus, por lo que podemos elegir ejemplares menos conocidos y más sorprendentes. Uno de los mejores lugares para disfrutar de estas plantas está en Lanzarote, un jardín diseñado por el gran César Manrique.
Arbustos
Una buena manera de darle un nuevo aire a nuestro jardín de secano es apostar por los arbustos mediterráneos, ya que la mayoría están preparados para aguantar el sol y sobrevivir con poca agua.
La buganvilla tiene, además, una bonita flor y necesita tan pocos cuidados que es frecuente verla en las autovías y autopistas separando los carriles de dirección. Su hoja es perenne, con lo que tendremos colorido y follaje durante todo el año.
Otros arbustos muy agradecidos, que requieren poco riego y mucho sol, son el romero y el tomillo. Además, estos arbustos ofrecen un aroma intenso y agradable al jardín y se pueden utilizar como ingredientes en tus recetas caseras.
Un toque floral
Si queremos un poco de flor en nuestro jardín, podemos plantar begonia, dado que tiene una floración multicolor muy vistosa. Aunque no se le puede exponer al sol directamente, no necesita mucho riego.
El crisantemo o la anémona también pueden ser un buen recurso, aunque es cierto que esta última necesita algo más de agua que la begonia.
Los alhelíes son otra de las plantas resistentes que no necesitan demasiado riego, aunque sí rayos de sol. Mucho menos necesitados de agua son la caléndula y el geranio, muy populares en los balcones de los numerosos pueblos y ciudades del centro y sur del país.
Una última opción es el lirio, que se cultiva a finales de verano y principio de otoño y requiere riegos moderados.