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Caldera de condensación o estanca, ¿cuál es mejor?

Caldera de condensación o estanca, ¿cuál es mejor?

En los hogares, cada vez se tienen en cuenta más factores distintos en los momentos en los que hay que tomar alguna decisión relacionada con el uso de energía

 

 

En los hogares, cada vez se tienen en cuenta más factores distintos en los momentos en los que hay que tomar alguna decisión relacionada con el uso de energía, ya sea gas o electricidad. Ya no sólo se valoran aspectos económicos, sino que también son importantes otros aspectos como pueden ser la eficiencia energética, las emisiones de sustancias contaminantes generadas, el ahorro de energía primaria (energía antes de ser convertida y transformada) o el uso de energías renovables. En definitiva, existen dos grandes motivos por los que debes considerar si elegir caldera de condensación o estanca:

 

1. La Economía familiar, es decir, cómo se traduce el uso de la energía en la factura, especialmente importante cuando hay situaciones de crisis.

 

2. Aspectos ambientales, muy importantes en una sociedad cada vez más sensibilizada con la protección del medio ambiente y del uso racional de los recursos naturales.

 

Por tanto, una de las principales líneas de trabajo en el sector energético está relacionada con el diseño de equipos cada vez más eficientes por su rendimiento, que hagan un mejor uso de la energía consumida.

 

Si hablamos, concretamente, de los distintos tipos de caldera que existen hoy en día, un debate siempre presente en los hogares es el
que trata de demostrar qué tipo de calderas son más eficientes, si las estancas o bien las calderas de condensación.

 

Calderas estancas vs. calderas de condensación

 

  • Calderas estancas 
     

La principal característica de una caldera estanca es que la cámara donde se produce la combustión está perfectamente sellada, por lo que es 100% independiente de la zona en la que está instalada la caldera.

 

El aire necesario para la combustión lo toman del exterior al estar conectadas mediante un tubo que permite que entren los gases necesarios para el funcionamiento de la caldera y salgan los gases generados. Así, este tubo por el que entra el aire, puede ser concéntrico al de salida de gases o bien puede ser uno individual de dirección opuesta.

 

Estas calderas son siempre de tiro forzado, es decir, necesitan de un ventilador para la aspiración y expulsión de los gases.

 

Uno de los puntos a favor del uso de este tipo de calderas es que son más seguras y limpias, ya que al estar sellada la cámara de combustión no es posible que los gases que se generan entren en la sala donde está la caldera.
Así, en este tipo de calderas, el viento o la lluvia no afectan de ninguna manera a su funcionamiento.

 

  • Calderas de condensación
     

Las calderas de condensación son un tipo más novedoso de caldera estanca. Las calderas de condensación son calderas de gas que aprovechan el calor que se genera al enfriar el vapor de agua contenido en los humos de la combustión antes de que estos se vayan por la chimenea. En las calderas tradicionales, estos humos se van directamente por la chimenea sin aprovechar su poder calorífico. Este calor recuperado se utiliza para precalentar el agua que retorna más fría del circuito de calefacción y se termina de calentar en el quemador de la caldera, necesitando así menos cantidad de gas para su correcto funcionamiento.

 

Este tipo de calderas funcionan especialmente bien con sistemas de calefacción, como pueden ser los suelos radiantes o bien radiadores que tengan una superficie muy alta para que se pueda aprovechar el calor de la condensación.

 

En el caso que te estés planteando este tipo de solución, tranquilo, no necesitas reformar tu piso de arriba abajo, ya que hoy en día las instalaciones de este tipo de calderas son más limpias y sencillas. Sin embargo, es necesario que tengas en cuenta un par de peculiaridades si te decantas por un sistema de condensación, la primera es que requiere inicialmente de una mayor inversión, aunque a la larga tengas un ahorro en tu factura del gas, y la segunda, es que además será necesario que se instale, en caso de que no lo tengas, un desagüe concreto para la eliminación de los condensados.

 

Diferencias en los rendimientos

 

La mayor parte de estudios consideran los valores de rendimiento sobre el PCI (poder calorífico inferior). El PCI no es otra cosa que el calor generado en la combustión que no aprovecha de ninguna forma la condensación del agua, es decir, el calor realmente aprovechable, el producido sin tener en cuenta la energía de la condensación del agua y otros procesos de pequeña importancia

 

Las calderas estancas alcanzan un rendimiento cercano al 90-95% sobre el PCI. Sin embargo, una caldera de condensación llega a alcanzar el 105%, gracias, entre otras cosas, al menor consumo de combustible y al aprovechamiento de la energía de condensación del vapor de agua, lo que supone un mayor rendimiento energético.