Principalmente, son dos las tipologías de empresa que son susceptibles de optimizar las instalaciones de climatización de sus edificaciones:
- Aquellas que pueden electrificar su producción térmica pasando de un combustible fósil a un equipo eléctrico como la bomba de calor, lo cual mejora altamente su eficiencia y reduce sustancialmente sus emisiones de CO2 a la atmósfera.
- Aquellas que, aun teniendo su producción térmica electrificada, tiene unas instalaciones obsoletas por utilizar equipos con más de 10-15 años de vida útil y que por lo tanto tienen unos rendimientos muy inferiores a los que ofrecen las tecnologías actuales.