Todo está listo: ya has elegido el coche eléctrico que quieres comprarte y en tu oficina cuentas con un flamante wallbox para cargarlo durante tu jornada laboral. Solo falta un ‘pequeño’ fleco para que des el salto a la movilidad eléctrica: el longevo garaje de tu comunidad no tuvo en cuenta en su momento que los coches eléctricos serían una realidad algún día… Aunque no estás dispuesto a que sea un impedimento, una pregunta ronda ahora tu mente: ¿A quién tengo que pedir permiso para instalar un módulo de recarga en mi garaje?
Tranquilo, porque en este caso la ley está de tu parte. Y, aunque parezca mentira, no tienes que pedir permiso a nadie. Si vives en una vivienda unifamiliar, la cosa será coser y cantar. De hecho, puedes utilizar un enchufe convencional con toma de tierra, los llamados schuko, para recargar la batería (si no estás familiarizado con el vocabulario del coche eléctrico y sus siglas, haz clic en los enlaces anteriores).
No obstante, esta opción solo es recomendable para cargas esporádicas ya que su funcionamiento es más lento. Es mejor que busques la estación de carga que mejor se adecúa a tus necesidades y la conectes a un circuito exclusivo, según establece la normativa ITC BT-52.
¿Y en los edificios comunitarios?
Si vives en un edificio y compartes garaje con el resto de vecinos, la Ley de Propiedad Horizontal establece que no es necesario pedir ningún permiso para instalar un módulo de recarga. Eso sí, al implicar una serie de modificaciones en una zona de uso común es necesario que previamente notifiques por escrito al presidente de la comunidad o al administrador de la finca que se va a realizar la instalación del wallbox (recuerda guardar una copia del documento con la fecha y el sello o la firma correspondiente).