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El proyecto CIRVE

El proyecto CIRVE

40 puntos de recarga en España que tendrán que estar listos para todos los usuarios en 2020.

 

 

El proyecto CIRVE ya está en marcha. 40 puntos de recarga en España que tendrán que estar listos para todos los usuarios en 2020. 25 de estos puntos serán completamente nuevos y el resto se adaptarán para uso común.

 

Esta iniciativa europea cuenta en España con el apoyo de Endesa, IBIL, Renault, EDP, GIC, Iberdrola, la asociación AEDIVE y el Centro para la Excelencia e Innovación de Portugal, CEIIA, y supone un paso adelante en la interoperabilidad de puntos de recarga rápida para coches eléctricos en España. Todos los miembros del consorcio firmaron a finales de febrero un acuerdo en la sede de Endesa que permitirá la interoperabilidad de los cargadores rápidos.

 

El proyecto consiste en la instalación de 25 puntos de recarga nuevos y la adaptación de otros 15 ya instalados por Ibil gracias a una inversión financiada a través de la convocatoria Mecanismo Conectar Europa (CEF). La intención del plan CIRVE: abrir nuevas fronteras y permitir a los propietarios de un vehículo eléctrico emprender viajes de mayor envergadura. O lo que es lo mismo, aumentar los puntos de abastecimiento para que la autonomía de las baterías no se convierta en un quebradero de cabeza para los conductores. Esta iniciativa ofrecerá además la posibilidad de cargar en cualquier punto de recarga con independencia del operador al que pertenezca. Según explica Javier Chueca, responsable técnico del proyecto CIRVE en Endesa, “la infraestructura de recarga del proyecto CIRVE reconocerá las tarjetas presentadas por clientes de los proveedores de servicios que tengan acuerdos de roaming con los gestores de carga del proyecto, a través de la plataforma de interoperabilidad Hubject”.

 

Además, insiste Javier Chueca, los cargadores serán para todo el mundo, independientemente de que exista contrato y/o tarjeta del proveedor o no: “Por imperativo legal, la infraestructura del proyecto CIRVE podrá ser utilizada por cualquier usuario de un vehículo eléctrico, aunque no tenga suscrito un contrato con un proveedor de servicios. En este caso, tanto el precio como el medio de pago de la recarga vendrá marcado por el gestor de carga que opere la infraestructura. La determinación de estos precios formará parte de la política comercial de cada compañía que facilite el servicio al cliente”.