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Dime la edad de tu vivienda y te diré los cambios necesarios para que sea sostenible y eficiente

Dime la edad de tu vivienda y te diré los cambios necesarios para que sea sostenible y eficiente

Según los datos del INE y del Ministerio de Fomento, el parque de viviendas en España es antiguo: su edad media supera los cuarenta años

 

¿Cuáles son las medidas necesarias para convertir tu casa en un hogar eficiente y sostenible? ¿Qué coste tienen estas modificaciones? La respuesta depende sobre todo de las características generales y la antigüedad del inmueble, ya que dependiendo de sus años serán necesarias unas mejoras u otras.

 

Según los datos del INE y del Ministerio de Fomento, el parque de viviendas en España es antiguo: su edad media supera los cuarenta años. Esta antigüedad, junto al protagonismo creciente de la vivienda a causa de la pandemia sanitaria, ha hecho que cada vez sea mayor el número de españoles que decide hacer modificaciones en su hogar para hacerlo más cómodo, saludable y sostenible.

 

Ante este creciente interés por la rehabilitación de inmuebles, que contará también con una inyección de 5.800 millones de euros procedentes de los fondos europeos dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía española, UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios) y su canal de reformas de viviendas, créditos.com, han analizado las reformas clave y el coste estimado que tiene reconvertir una casa, en función de su edad, en un hogar eficiente y sostenible.

 

Reformas necesarias según la antigüedad del inmueble

 

- Viviendas con 40-70 años de antigüedad (1950-1980): suponen el 42% de las viviendas españolas (10,4 millones), y en su mayoría son edificaciones con estructuras de hormigón a base de cemento aluminoso y, en muchas ocasiones, realizadas con materiales de baja calidad, por lo que la estructura puede estar bastante afectada.

 

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Las primeras reformas en estas casas deben centrarse en sus elementos de conexión con el exterior: paredes, fachada y ventanas. El coste estimado de estos trabajos oscila entre 20.000 y 40.000 euros para una vivienda de 90-120 metros cuadrados. No obstante, estos cambios estructurales suelen afectar al conjunto del edificio.

 

Por otro lado, también es recomendable revisar el estado de las instalaciones (electricidad y fontanería). En muchas ocasiones, estas últimas son de plomo o acero galvanizado (materiales que representan un riesgo para la salud), por lo que conviene cambiar completamente la instalación y evitar los ‘apaños’ que combinan materiales antiguos y actuales.

 

- Viviendas con 20-40 años de antigüedad (1980-2000): son el 27% de los inmuebles (6,5 millones). Aunque están construidos con materiales de mejor calidad, son anteriores a la entrada en vigor del Código de la Edificación (no han tenido en cuenta criterios de eficiencia y sostenibilidad).

 

Las principales mejoras en este tipo de hogares afectan a la sustitución de sus ventanas (cambiarlas por otras con cierres herméticos y doble cristal puede suponer un ahorro de hasta un 30% de energía); la instalación de aislantes en paredes y techos (poliestireno, lana mineral, planchas de EPS o paneles de fibra de madera); la colocación de suelo radiante (entre 12.000 y 16.000 euros de coste medio), y la renovación de cocinas y baños (de 10.000 a 20.000 euros).

 

Tomando como referencia estas reformas, la rehabilitación de una vivienda con esta antigüedad puede rondar los 20.000-30.000 euros.

 

- Viviendas con 10-20 años de antigüedad (2002-2011): concentran el 18% del parque inmobiliario español (3,9 millones de inmuebles).

 

Se trata de edificaciones ya creadas de acuerdo con criterios de eficiencia energética. No obstante, aunque sus materiales y estructura están concebidos para contribuir al aislamiento de la vivienda con el exterior, es recomendable realizar trabajos de mantenimiento que garanticen el buen estado de todos los elementos (calefacción y aislamiento de ventanas, suelos y paredes).

 

Las reformas más recomendables para estas viviendas de reciente construcción son el reemplazo de los sistemas de calefacción poco eficientes (por ejemplo, el gas) por otros eficientes y renovables como por ejemplo las bombas de calor por aerotermia. En estos casos, una inversión de entre 10.000 y 25.000 euros puede suponer un ahorro energético comprendido entre el 35% y 70%.

 

También es conveniente apostar por la instalación de placas solares fotovoltaicas para la generación de agua caliente y electricidad. Finalmente, la domótica puede contribuir de forma importante a tener un hogar más eficiente (programadores de temperatura, etc.).

 

Lo más recomendable es hablar con un profesional para que te asesore sobre la rehabilitación más adecuada para tu hogar en particular y el coste que tendrá.

 

La instalación de electrodomésticos eficientes y bombas de calor

 

Hace ya años que los mejores electrodomésticos no son solo aquellos con más prestaciones o potencia. Cada vez más los usuarios exigen aparatos más eficientes y duraderos. Desde que la información sobre la eficiencia energética está disponible para el cliente, la mayoría de las marcas se esfuerzan en aplicar los últimos avances tecnológicos para estar a la altura. Esto nos permite ahorrar y rentabilizar la inversión.

 

Comprar electrodomésticos más eficientes es confiar en una reducción del consumo, el ahorro y un uso más sostenible de la energía, conseguir mejores resultados, reducir nuestro esfuerzo y mejorar nuestro día a día. 

 

Por otro lado, una de las formas más eficientes de climatización que hay disponibles para nuestro hogar son las bombas de calor. Estas son un sistema no muy extendido en España pero que, en los próximos años, promete ser una de las fuentes de climatización en auge gracias a sus grandes ventajas frente a otros sistemas.

 

Las bombas de calor son máquinas con un funcionamiento parecido al de los frigoríficos, pero a la inversa. Además, si son reversibles, sirven tanto como para calentar como para enfriar la vivienda según se necesite. Su principal ventaja es el hecho de que no producen calor, sino que lo recolectan. La energía que utilizan es la aerotermia, que obtiene el calor del aire del exterior incluso cuando este se encuentra a temperaturas muy bajas.

 

Gracias a esto se consigue una mayor eficiencia energética, ya que se alcanza un mayor poder calorífico con un menor consumo energético. De hecho, la energía que se extrae del aire supone una reducción en el consumo energético que puede llegar hasta el 70% si se compara con otros sistemas.

 

Para implementar algunas de estas mejoras en favor de la sostenibilidad y la eficiencia energética, tanto si se trata de inmuebles individuales como de comunidades de vecinos, existe un programa de subvenciones públicas del que puedes beneficiarte, que ahora se reforzará con la llegada de los fondos europeos.

 

Ya sabes: si haces de tu vivienda un hogar más eficiente y sostenible, además de mejorar tu calidad de vida, estarás cuidando del medio ambiente y reducirás el importe de tu factura energética.