La Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de 2005 organizada por la ONU en Johannesburgo (Sudáfrica) identificó los tres objetivos de desarrollo sostenible, que incluyen el desarrollo medioambiental, social y económico.
El concepto de sostenibilidad está, así, vinculado a tres "pilares" que hacen compatibles el desarrollo de actividades económicas y la protección del medio ambiente.
El primer pilar es la sostenibilidad medioambiental y se basa en el mantenimiento de la integridad ecológica; todos los sistemas medioambientales de la Tierra se mantienen en equilibrio, mientras que los seres humanos consumen los recursos naturales a un ritmo que pueden reponer ellos mismos.
El segundo es "sostenibilidad económica", que se refiere a la capacidad de un sistema económico de producir ingresos y trabajar de manera sostenible, mantener su independencia y tener acceso a recursos financieros y de otro tipo para satisfacer sus necesidades.
El último es "sostenibilidad social", es decir, la capacidad de garantizar que las condiciones del bienestar humano se distribuyen equitativamente.
Los derechos humanos y necesidades universales están al alcance de todas las personas, que tienen acceso a suficientes recursos para mantener a sus familias y comunidades saludables y seguras.