Los objetivos A se consideran basados en la ciencia si están en línea con los últimos hallazgos de la ciencia climática sobre qué reducciones de GEI son necesarias para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, limitando el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.
Una empresa que demuestra su intención de establecer un objetivo basado en la ciencia se considera "comprometida". Una vez que los objetivos están bien definidos, son validados por el SBTi y se convierten oficialmente en "objetivos". Los objetivos basados en la ciencia pueden ser absolutos o de intensidad. Los objetivos absolutos buscan reducir las emisiones totales de GEI de una organización en una cantidad específica. Por ejemplo, la empresa X tiene como objetivo reducir sus emisiones en un 25 % para 2030. El objetivo de intensidad es una métrica normalizada que establece objetivos de reducción de emisiones en relación con algún tipo de producción económica (como el número de empleados o ingresos, etc.). Esto permite a las empresas establecer objetivos de reducción de emisiones al tiempo que continúa su crecimiento económico.