¿Estás pensando en cambiar la caldera? Descubre cuáles son los principales tipos de calderas y encuentra la más adecuada para tu hogar.
Ahora que empieza el otoño, es un buen momento para preparar el hogar de cara al invierno. Y uno de los elementos más decisivos en esta misión es la caldera, ya que esta nos ayuda a controlar la calefacción y algunos tipos nos permiten también disponer de agua caliente sanitaria.
Pero no todas las calderas son iguales, y saber escoger la más indicada puede suponer una gran diferencia en cuanto a eficiencia, lo cual puede traducirse en un importante ahorro de consumo energético. A continuación, te explicamos cuáles son los principales tipos de calderas domésticas para que decidas cuál es la más adecuada para tu vivienda.
¿Calefacción o agua caliente?
La misión principal de una caldera es suministrar agua caliente al circuito de calefacción para disfrutar de una temperatura óptima en el hogar, pero en función del modelo, también puede servirnos para calentar el agua que sale del grifo y así ahorrarnos el tener un termo o calentador aparte para este fin.
La evolución de las calderas domésticas
En la mayoría de las viviendas encontramos dos tipos principales de calderas: las atmosféricas, y las estancas. Las calderas atmosféricas son las que tienen una llama visible y accesible, y que encontramos en muchas instalaciones antiguas. Y las calderas estancas son las que están completamente selladas y la combustión se produce en su interior de forma más segura.
La diferencia más relevante es que las calderas atmosféricas ya no se instalan. Es decir, si tienes una caldera atmosférica en casa, podrás seguir usándola, pero por razones de seguridad, eficiencia y sostenibilidad, han dejado de ser una alternativa válida para nuevas instalaciones. Por tanto, si vas a instalar una caldera nueva, será estanca: una opción más segura, eficiente y sostenible que las calderas antiguas.