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¿Cómo ahorrar energía en la calefacción de los hogares?

El encarecimiento de la energía es una de las principales preocupaciones de las familias españolas en este periodo

 

El encarecimiento de la energía es una de las principales preocupaciones de las familias españolas en este periodo, en el que la escasez de suministro de gas natural ha provocado un incremento drástico del precio de la luz y, por eso, hay un mayor interés por ahorrar energía en las viviendas.

 

Afortunadamente, contando con la instalación adecuada y adoptando una serie de hábitos recomendables es viable reducir el consumo de energía en la calefacción y conseguir un ahorro considerable en la factura de la luz.

 

¿Cómo ahorrar energía en la calefacción de los hogares?

 

Para ahorrar energía en la calefacción este invierno, no es necesario pasar frío, sino que existen varias medidas que nos permiten disfrutar de una temperatura confortable con un consumo menor de energía. A continuación, te las detallamos.

 

Medidas para ahorrar en calefacción antes de que comience el invierno

 

Revisar que el sistema de calefacción sea el adecuado para la vivienda, ya que un sistema antiguo, con bajo mantenimiento o inadecuado para la superficie a calentar puede ocasionar una pérdida de energía innecesaria.

 

Purgar los radiadores (puedes ahorrar hasta un 5% de energía) 

En el sistema de los radiadores de agua caliente se acumula aire durante el funcionamiento de la calefacción y, a la larga, esto impide que funcionen adecuadamente. 

 

Cuando un radiador está funcionando mal debido a la acumulación de aire se nota porque no calienta de manera uniforme en toda su superficie. Normalmente se calientan menos en la parte superior. Para evitar este problema, es conveniente purgar los radiadores.

 

Este proceso consiste precisamente en sacar el aire acumulado y es muy sencillo. Para hacerlo, se debe abrir el purgador que tiene cada radiador, normalmente usando una moneda o destornillador que se inserta en la hendidura de la tapa para girarla.

 

Antes de abrir el radiador se debe colocar un vaso o un cuenco, ya que una vez abierto, saldrá agua. Es importante abrir la válvula solo un poco, para evitar que salga demasiada agua. Al principio saldrá aire y agua, pero llegará un momento en el que veremos que solo sale agua. Entonces, es el momento de volver a cerrar y el radiador estará purgado. Y, para comprobarlo, solo hay que encender la calefacción y asegurarnos de que la superficie del radiador está caliente de manera uniforme. 

 

Aislar adecuadamente la vivienda

 

Las pérdidas de energía debido a un aislamiento inadecuado de una vivienda pueden ser muy elevadas, y dependen de factores como el tipo de ventanas, tejado o revestimiento del suelo. Y, en definitiva, si nuestro hogar pierde mucha energía por falta de un aislamiento adecuado, es muy recomendable acometer una buena reforma, que nos garantice una vivienda más confortable, con menos gasto y más sostenible. 

 

Los elementos más importantes a tener en cuenta para garantizar el aislamiento son: 

  • Tejado (ahorro hasta un 35% de energía). Se puede aislar con un material como poliestireno extruido o XPS, o con un tejado de lana mineral. 
  • ·        Unas ventanas de calidad y bien selladas permiten ahorrar hasta un 70% de energía y, para conseguirlo, las mejores son las que tiene rotura de puente térmico, así como las aislantes de corcho, fibra de vidrio o poliuretano.
  • Las tarimas flotantes y moquetas permiten conservar mejor el calor, pero el inconveniente que tienen, especialmente las últimas, es que en verano también mantienen demasiado cálida la vivienda.
  • Los muros se pueden aislar desde el interior o con un Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE). Este último se compone de poliestireno extruido y unas capas de mortero.

 

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Instalar termostatos (puedes ahorrar hasta un 40% de energía)

 

El uso de termostatos permite regular la calefacción a una temperatura adecuada, que sea confortable pero no excesiva. ¿Cómo se consigue esto? Se programan para una determinada temperatura y, cuando esta se alcanza, el termostato apaga la calefacción.

 

Existen los termostatos tradicionales, los cuales se limitan a realizar la función antes mencionada. También existen los cronotermostatos o termostatos digitales, los cuales son programables y, además de apagar la calefacción al alcanzar la temperatura deseada, pueden encenderla cuando la temperatura cae o se pueden programar horas de encendido y apagado.

 

Y es que, en una vivienda, no siempre es necesario que todas las habitaciones tengan la calefacción encendida y no solo eso, en las que hace falta la calefacción encendida, no necesariamente requieren la misma temperatura.

 

De hecho, las recomendaciones de temperatura para cada estancia son distintas. Estas son las temperaturas ideales para las distintas habitaciones según sus usos:

  • Dormitorios o pasillos – 15 a 17º
  • Estancias en las que se realiza actividad moderada (cocina, por ejemplo) - 18º
  • Estancias en las que se lleva vida sedentaria (comedor, salón...) - 19 a 20º

 

Medidas para ahorrar en calefacción durante el invierno

 

Además de recurrir al uso de termostatos, de cuya instalación hemos hablado en el apartado anterior, hay otras medidas a tomar durante el invierno cuando se está haciendo uso de la calefacción y que ayudan a reducir el consumo energético.  

 

Apagar la calefacción al salir de casa (puedes ahorrar hasta un 20%)

 

Existe una creencia errónea de que, para ahorrar, es mejor mantener la calefacción a una temperatura constante todo el tiempo que apagar la calefacción cuando no se va a usar, especialmente cuando se sale de casa o se duerme, y volverla a encender luego.

 

La opinión de los expertos es unánime y coinciden en que es mejor apagar la calefacción y encenderla cuando se vuelve a casa, ya que es mayor la pérdida de energía que se produce durante las horas de ausencia que la energía requerida para recuperar la temperatura de confort, cuando se llega a casa.  

 

Controlar la pérdida de calor al ventilar (puedes ahorrar hasta un 20%)

 

La ventilación diaria de una vivienda es un hábito necesario y saludable, ya que permite renovar el aire; sin embargo, en el invierno también implica la pérdida del calor acumulado por la calefacción.

 

Por eso, es importante hacerlo de manera adecuada para reducir al mínimo esta pérdida de calor.

El método más recomendable es abrir durante unos 15 a 20 minutos todas las ventanas y puertas de la casa, durante las horas de más calor del día y después cerrar todo otra vez. De esta manera, se producirá una renovación de todo el aire de la casa, con una pérdida de calor controlada.

 

En definitiva, ahorrar energía en la calefacción de los hogares es factible contando con la instalación adecuada y adoptando una serie de hábitos sencillos, pero de gran utilidad.