Aportan calidez, purifican el aire, mejoran el estado de ánimo, le dan el toque especial a la decoración… las ventajas de tener plantas a tu alrededor son infinitas y consiguen algo que podemos decir de muy pocos elementos: convierten tu casa en un hogar.
Es su valía (y delicadeza) lo que hace que prestemos especial atención a su cuidado. Las plantas sufren a lo largo del día constantes variaciones en la temperatura. Abrimos las ventanas, encendemos la calefacción, el aire acondicionado… ¿Es
posible que les pase factura?
“Cada planta es un mundo -nos dice Sachenka Santos, de El jardín del Ángel, uno de los viveros más emblemáticos del centro de Madrid- dependiendo de la especie a la que pertenezcan, sus necesidades varían”.
Descubre las plantas perfectas para oficinas que tengan aire acondicionado
Así, nos encontramos con especies tropicales como la Guzmania o la Costilla de Adán, que necesitan ambientes más cálidos y húmedos. Mantenerlas en sitios bien iluminados pero sin que les lleguen los rayos de sol de manera directa es clave para su correcto desarrollo.
La hiedra o el laurel moteado, sin embargo, gustan de ambientes más frescos. Son perfectos para decorar pasillos sombreados o estancias de interior.
Hablando en términos generales, podríamos decir que las plantas de interior deben tener una temperatura media de unos 15 grados, algo que podemos conseguir con un uso correcto del aire acondicionado.
“Si regulamos bien el aire acondicionado no tiene por qué suponer un problema, como muchos piensan; de hecho, la mayoría de especies que solemos tener en nuestras casas agradecen un respiro del calor estival”, prosigue Sachinka. “Pero sí tenemos que vigilar especialmente las condiciones de humedad, que cambian cuando tenemos el aire acondicionado puesto, ya que suele secar un poco más el ambiente. Hay que regular la frecuencia y
cantidad del riego, procurando que sigan estando hidratadas”.
La forma de regarlas también es importante: para vigilar los excesos de agua, es mejor hidratarlas echando agua con un pulverizador sobre sus hojas. También debemos regar la tierra, siempre de forma moderada y adaptándonos a las exigencias específicas de cada una de ellas.
Además de lo anterior, debemos tener en cuenta su ubicación. Dentro de una misma casa, hay estancias más frías, con más luz natural o incluso, con más corriente.
¿Cuál es la mejor solución para que tus cuidados tengan resultados óptimos? Observa cómo evolucionan, cámbialas de sitio y sigue mimándolas. Y a la hora de regular la temperatura del aire acondicionado, piensa un poquito en tus plantas. ¡Seguro que te lo agradecen!
