Un reto sin precedentes. Así es la primera temporada de Extreme E, la competición 4x4 en la que nueve todoterrenos 100% eléctricos miden sus fuerzas en los escenarios más extremos del mundo: desiertos, junglas, glaciares y océanos.
El campeonato dio el pistoletazo de salida el pasado 3 de abril en Arabia Saudí y promete las carreras más extenuantes de la historia. Tras el primer combate eléctrico, las pruebas de Extreme E continuarán en el Lago Rosa (Senegal), Kangerlussaq (Groenlandia), Pará (Brasil) y Tierra del Fuego (Argentina). Cinco escenarios únicos alrededor del mundo en los que estos todoterrenos eléctricos demostrarán de lo que son capaces.
Junto a la competición en sí, el objetivo de esta nueva modalidad de carrera es promover la electrificación, la sostenibilidad y la igualdad de género, además de poner de relieve el cambio climático y su impacto en el mundo. Por otro lado, la llegada de Extreme E supone un paso más en la electrificación de los campeonatos de automovilismo.
Los nueve equipos internacionales, formados por un hombre y una mujer, cuentan de base con el mismo vehículo, el Odissey 21. Una bestia eléctrica de 2,3 metros de ancho y más de 1,8 de alto equipada con neumáticos Continental de 940 milímetros. Gracias a su propulsión eléctrica de 400 kW, este todoterreno es capaz de alcanzar los 100 km/h en solo 4 segundos. A partir de este 4x4 ‘de serie’, cada equipo ha podido desarrollar su propio motor eléctrico y algunos elementos de la carrocería.
En cada carrera, los contendientes luchan por la victoria en dos jornadas que tienen lugar el sábado y el domingo. El primer día se celebran las sesiones de calificación (1, 2, 3 y 4), mientras que el domingo es cuando tienen lugar la semifinal, la ‘crazy race’ (en la que solo se clasifican dos equipos) y la gran final. Cada carrera consta de dos vueltas, en la que pilotan el hombre y la mujer, respectivamente.