Con al autoconsumo fotovoltaico, tu empresa puede transformar la energía del sol, fuente limpia y renovable, en ahorro en tu factura energética, aprovechando las instalaciones de tu negocio.
Para un diseño óptimo de una instalación solar fotovoltaica, hay que considerar el consumo de la instalación, de forma que se minimicen los excedentes. Para ello, a partir de la curva de consumo del cliente, se tienen en cuenta 3 escenarios:
- Los módulos fotovoltaicos se instalan sobre la cubierta del cliente. Se encargan de convertir luz solar en energía eléctrica.
- Los módulos fotovoltaicos generan electricidad en Corriente Continua. Se deben conectar a un inversor fotovoltaico para transformarlo en Corriente Alterna para que funcione con la red interna del cliente.
- El sistema FV se conecta a la red interior del edificio vía el cuadro eléctrico existente. Se contabilizan los datos energéticos de la instalación del cliente.
- El cliente sigue conectado a la red convencional para suministrar electricidad al edificio cuando la instalación FV no aporte la energía suficiente para suministrar toda la energía demandada por el cliente.
- Se monitoriza el sistema PV y todos los parámetros necesarios para disponer de información personalizada sobre el comportamiento energético del edificio.