La apuesta por la electricidad para calentar los edificios es una excelente vía para aumentar la eficiencia energética y avanzar hacia sistemas de acondicionamiento climático neutros.
Así lo considera la Unión Europea, que ha presentado su estrategia de integración del sector eléctrico y, entre otras medidas, sus representantes prevén que el 40% de los edificios residenciales y el 65% de los comerciales de la UE se calienten con electricidad en 2030.
Esto significa que la mayoría de los edificios contarán con sistemas de bombas de calor para calentarse y refrigerarse. Y es que esta solución es una excelente alternativa a las calefacciones centrales que usan el gas natural como fuente energética, ya que permiten un ahorro considerable de las emisiones de CO2 respecto a los sistemas de gas. En concreto, en 2021, en la UE se consiguió emitir 5 millones de toneladas menos de este gas.
El mercado de bombas de calor en la Unión Europea
Las ventas europeas de bombas de calor crecieron un +33,8 % en 2021. Con 2,17 millones de unidades vendidas en toda Europa, se ha alcanzado un nuevo récord de ventas.
Esto se debe a tres tendencias, principalmente:
- ·La tecnología de las bombas de calor ha mejorado notablemente en la última década. Una de las mejoras más evidentes es que ahora pueden cubrir un rango de temperaturas más amplio.
Actualmente funcionan incluso a una temperatura ambiente de -25ºC (crucial en algunos países europeos) y proporcionan agua caliente, a 65ºC.
- La nueva legislación europea destinada a acelerar la transición energética incluye medidas que impulsan el uso de recursos como las bombas de calor, ya que estas facilitan el cumplimiento de los objetivos de esta nueva normativa.
Por ejemplo, esta nueva legislación promueve la integración de energías renovables y favorece la edificación de edificios inteligentes. También limita la demanda máxima de calor por m2.
- La producción de bombas de calor se ha abaratado, debido a la economía de escala y a la reducción de los precios de varios de sus componentes. Actualmente se pueden producir de manera más barata y su mantenimiento también es menos costoso.
Como consecuencia, actualmente unos 120 millones de edificios en la UE se calientan a través de bombas de calor, lo que supone un 14% del parque inmobiliario europeo. Se trata de un avance importante en la implantación de este tipo de tecnología, si se compara con la situación hace dos décadas, pero aún queda un largo recorrido para alcanzar los nuevos objetivos establecidos por la UE que, como ya indicábamos, suponen que, en 2030, el 40% de los edificios residenciales y el 65% de los comerciales se calienten con electricidad.